Primer edificio.
El actual edificio del Teatro se halla ubicado en el mismo predio en el
que se construyó el edificio original, al que se llamó también “Juan de Vera”,
terreno adquirido según la Ley de Ventas de tierras públicas de 1859,
estableciéndose que lo recaudado sería utilizado “para la construcción de un
teatro en la traza de la ciudad”.
Ese mismo año se nombró al señor José Fontenau y al agrimensor Manuel
Villar para encarar los primeros trabajos; se eligió un terreno ubicado frente
a la plaza 25 de Mayo. Posteriormente se decidió que éste se edifique en el
terreno que perteneciera al Convento de Santo Domingo (actual ubicación, San
Juan 637, Corrientes), en ese momento propiedad del estado.
Segundo edificio.
Las obras iniciaron en 1859, durante las excavaciones de los cimientos
se encontró la piedra fundamental del antiguo convento. Por lo cual se demoró
hasta mediados de 1861. En un diario del 16 de Junio de 1861 se felicitaba a
los responsables de las obras –arquitecto Nicola y al señor Fontenau- “por el
empeño puesto en su trabajo”.
En Julio de 1861 se inauguró el primer teatro con la obra “Borrascas del
corazón” de Tomás Rodríguez Rubí y una pequeña pieza musical llamada “Una casa
constitucional”, ambas representadas por la Sociedad de Artistas Dramáticos
Españoles.
Construcción del tercer y actual edificio del teatro
“Juan de Vera”
En el año 1906 se autorizó la
enajenación del primitivo teatro, teniendo como objetivo la construcción de un
nuevo edificio. En 1907 fue demolido el antiguo y en el mismo sitio se autorizó
la construcción del nuevo, tomando como base uno de los tres proyectos
presentados por el arquitecto Atilio Locatti, el que fue modificado en obras
por el arquitecto Carlos Milanesse, responsabilizándose al constructor Antonio
Samela de la dirección de las obras civiles.
El edificio actual se inauguró
el 25 de mayo de 1913 con la ópera “Aída”, de Giuseppe Verdi, por la Compañía
Opera Marranto.
El teatro se concedió al señor
Carlos María Dodero para su explotación por 25 años, a cambio de que el nombrado
terminara el edificio y lo pusiera en funcionamiento.
Después se concedió también el
uso, ocupación y explotación de la terraza-confitería anexa. Este hermoso lugar
de esparcimiento fue lamentablemente perdiendo con el tiempo su belleza y
función recreativa inicial.
A pesar de ser un teatro
concebido para el género lírico, cumplió diversas funciones como la de
cinematógrafo. Los programas se conformaban de dos partes: la proyección de un
filme y un intermedio musical o poético, el que en muchas de las obras estaba
dedicado a damas de nuestra sociedad.
En el año 1936 se le otorgó la concesión del teatro al señor Fernández
Capurro, concesión que caducó en el año 1943. De este modo, la propiedad del
edificio pasó a la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, la que al año
siguiente la cedió al Gobierno de la Provincia como pago de una deuda contraída
con este (en 22 de agosto de 1946). Se estableció su sistema de financiamiento
y explotación dependiente del Ministerio de Gobierno, Justicia y Educación.
El edificio
La fachada de estilo Belle
Epoque (1900) es de una organización clara y simétrica, dividida en 3 niveles
coronados por un friso con esculturas alegóricas. El acceso al hall se efectúa
por una escalinata de mármol cuyo descanso es protegido por una marquesina de
hierro bellamente trabajada que soporta el balcón central, jerarquizando ambos
la entrada principal.
El hall del teatro es de
reducidas dimensiones, con paredes revestidas de mayólicas en tonos ocres y
tierra, iluminados por hermosos apliques de bronce cuyo tema principal es una
máscara leonina con las fauces abiertas. Se destaca la gran araña central del
mismo estilo y material.
La planta del edificio se
estructura a partir de la forma en herradura de la platea, rodeada por los
palcos bajos y tertulias, superponiéndose 3 niveles: los palcos altos, la
cazuela y el paraíso, soportados por columnas corintias. El frente de los
palcos está decorado con máscaras y guirnaldas alusivas al arte teatral.
El espacio de la sala está
coronado por una cúpula corrediza, que permite funciones a cielo abierto; el
cielorraso cóncavo que sostiene el tambor de la cúpula estuvo pintada con una
reproducción de la pintura de Guido Renni, El carro de la Aurora. Con el tiempo
las mismas se deterioraron y fueron repintadas con una base blanca. En el año
2005, luego de décadas de permanecer en este estado, el cielorraso fue decorado
por el arquitecto José Antonio Ramírez, su actual director, con temas de la
mitología guaranítica y de la vida cultural de Corrientes.
La capacidad actual de la
sala, con buenas visuales, es de 684 localidades distribuidas en 316 plateas y
tertulias, 14 palcos bajos con 56 localidades, 18 palcos altos de 72
localidades y 240 ubicaciones más entre las galerías (cazuela y paraíso).
Resulta imprescindible
destacar que su impecable acústica –sin dudas, la mayor virtud técnica de la
sala- fue permanentemente ponderada por célebres directores de orquesta como
Robert Shaw, o los de la Ópera de Viena y la Sinfónica de la ex República
Democrática Alemana, y por destacados músicos como W. Malkusinsky, Pía
Sebastián, Luís Ascot, Astor Piazzolla, Atilio Stampone o Rodolfo Mederos.
Aspectos Técnicos
El escenario a la italiana
tiene 12 metros de boca por 10 metros de profundidad con un declive del 3% y un
proscenio de 2 metros, además de un foso de la orquesta. La tapicería escénica
y la mayor parte del sistema de iluminación están suspendidas de una parrilla
ubicada a 18 metros sobre el nivel del escenario.
El 27 de marzo de 1981 se
inauguró el re-equipamiento técnico que en esa época lo colocó entre los
mejores dotados del país. Se modernizaron los sistemas de audio, iluminación,
maquinaria y tapicería escénica. El equipo de iluminación alcanzó el número de
180 artefactos especiales. Para el control de los mismos se lo dotó de una
consola digital programable.
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